Siempre imaginamos 1000 escenarios, yendo de peor a mejor. Creamos imagenes mentales, situaciones en nuestras cabezas que no existen. Pasan y se acumulan hasta crear peliculas enteras. Nos pudrimos el espiritu y torturamos nuestras emociones cuando lo unico que tenemos es vivir y aceptar lo que venga. Porque nada de todo lo que has imaginado, nada de todo lo que esperas o para lo que crees que estas preparado, sucedera. Estás donde necesitas estar y todos los eventos que seguirán en tu vida no vendrán de una secuencia lógica.
Deja de pensar y crea un futuro que aún no existe y sobre el que no tienes control. Te permitirá derribar los límites de tu mente, abrirte a la inmensidad de posibilidades, sin esperanzas, sin expectativas, sin frustraciones y decepciones y permitirte ser feliz.
Que sepas que la vida siempre te da lo que necesitas. Si tiene sentido o no. Valora lo que tienes en tus manos. No te cierres y recuerda que lo que no tienes es lo que no necesitas.
Por mi parte, desde que me di cuenta de que el tiempo no existe, que no es lineal y que es solo un medio para que el hombre encuentre sentido en la tierra, mis perspectivas de vida han cambiado. Cuando sabes que todo está conectado y todo sucede por una razón. Cuando sabemos que toda situación es buena para nosotros, que cualquier escenario que se me imponga tenía que cruzarse en mi camino, es más fácil ver la luz a través del caos. Cuando sabemos que cada evento de la vida se coloca aquí solo para romper las cadenas de nuestra mente y aprender a soltar más y más. Cuando te des cuenta que aún en el peor escenario posible, saldrás ileso, siempre más sabio y siempre más cerca de la mejor versión de mí mismo. Aquí es donde comienza el amor incondicional por uno mismo y por la vida. Y que la palabra resiliencia adquiere todo su significado.
Si te preguntas por qué sonrío todo el tiempo, es porque me amo a mí mismo, amo lo que hago, amo a los demás y amo la vida. No estoy en contra de nada ni de nadie, no impongo ninguna visión al otro ni a mí mismo. Porque creo profundamente que cada encuentro, cada situación, cada emoción merece ser vivida al 100%. Sin miedo, sin vergüenza. Con un corazón grande y confiado.